Desde que asumió la Presidencia de Venezuela en 1999, Hugo Chávez continuamente ha estado centralizando el poder en sus propias manos. Pero sus funcionarios siempre han podido rebatir las acusaciones de que es un autócrata al mostrar como evidencia los medios de comunicación de la oposición, que son belicosos y en gran medida libres. Ese argumento luce cada vez más débil.
Poco después de ganar las elecciones, Chávez anunció que no renovaría la licencia de uno de los medios más viejos, Radio Caracas Televisión (RCTV). El directivo del canal, Marcel Granier, es un detractor del Presidente. La decisión pareció ser "una forma de censura [y] una advertencia para los demás", opinó José Miguel Insulza, secretario general de la OEA.
El Gobierno acusa a RCTV de violar las leyes de difusión, de discriminar a los partidarios de Chávez e incluso de conspirar contra el Estado. No obstante, no ha realizado ningún esfuerzo por ventilar el caso en los tribunales. El ente regulador del sector, Conatel, ha guardado silencio al respecto. Su director, Alvin Lezama, fue destituido poco después de que se anunció la decisión sobre RCTV.
Tal Cual, un vespertino cuyo director, Teodoro Petkoff, critica duramente al Gobierno, fue multado por un artículo editorial humorístico dirigido a la hija de nueve años del Presidente, Rosinés. Chávez frecuentemente se refiere a ella en público. Ordenó que el Escudo del país fuera cambiado después de que la niña dijo que el caballo blanco, que aparece en el mismo, estaba "mirando hacia atrás". El humorista Laureano Márquez sugirió en Tal Cual que Rosinés podría pedir otros favores: "Que [Chávez] no se ponga tan bravo con los que no pensamos como él", por ejemplo. Márquez y el periódico fueron procesados por violar el "honor, la reputación [y] la vida privada" de la niña.
Los cuatro canales de TV privada de Venezuela se mostraron parcializados en su cobertura del amargo conflicto político del país entre 2001 y 2004.
Dos de los cuatro canales captaron la indirecta. Venevisión y Televen eliminaron los programas dirigidos por periodistas de la oposición y suavizaron el tono de sus coberturas de noticias. Aparentemente, las licencias de estos canales pudieran ser renovadas. El cuarto -Globovisión, un canal que transmite noticias 24 horas al día- es más nuevo y su licencia aún no tiene que ser renovada. El resultado es que, "a partir de junio, Globovisión será la única señal de TV transmitida desde Caracas que no sea pro chavista", señala Andrés Cañizales, analista de los medios.
Entretanto, el Gobierno ha expandido enormemente sus propios medios. Dirige tres televisoras nacionales, además de Telesur, un canal de noticias internacional, y cuyas programaciones están fuertemente parcializadas a favor del Estado.
Dice que el Gobierno usará la señal de RCTV para un canal de "servicio público". La oposición se muestra escéptica. Después del 27 de mayo corresponderá al Gobierno demostrar que los opositores están equivocados.
Traducción: José Peralta
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