viernes, 20 de abril de 2007

Terrorismo psicológico

Desde el mismo 28 de diciembre pasado cuando el presidente de La República Bolivariana de Venezuela anunciara el cierre de RCTV, ante un nutrido grupo de militares, unas ocho mil familias entre trabajadores y proveedores que dependen de esa planta televisiva han estado sometidos a lo que puede llamarse, sin duda alguna, como terrorismo sicológico del Gobierno.

Cabe imaginarse el sentimiento de impotencia e indefensión que padecieron estas familias venezolanos quienes vieron frustradas sus intenciones de pasar unas festividades navideñas y de año nuevo en paz y con la alegría que para todo ser humano representa la llegada del Niño Dios.

El acoso a los trabajadores de RCTV no ha cesado desde aquella fecha. Un placer sádico y morboso es el estribillo que impera en cada intervención del ciudadano Presidente y de sus colaboradores más cercanos, entre ellos el ministro del Poder Popular para las Telecomunicaciones y de su homólogo de Comunicación e Información cada vez que expresan su odio inmisericorde contra Radio Caracas Televisión y quienes allí laboramos.

Nuestro otrora canal de todos los venezolanos, VTV, se ha convertido en plataforma de lanzamiento de las más terribles infamias. El hoy canal propagandístico del régimen chavista, a través de sus programas diarios y de sus mensajes propagandísticos, pretende enlodar la reputación de hombres y mujeres que a diario dan lo mejor de sí para brindar al pueblo venezolano una televisión entretenida, variada, informativa y sobre todo con alto sentido de apego a los más altos valores de Democracia, Justicia y Libertad.

Se pretende justificar el cierre de RCTV con una presunta "Televisión de Servicio Público" que vendría a sustituir a la programación hasta ahora existente y yo me pregunto: ¿Con quién? ¿Con cuál experticia? ¿Con qué contenidos? ¿Por qué no lo han hecho en VTV, VIVE, ANTV, Telesur y en sus emisoras comunitarias?

Digamos NO al terrorismo del Gobierno. ¡Venezuela, Democracia y Vida!

esapene@gmail.com

Eduardo Sapene
El Universal

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