Periodistas agredidos exigen que sus atacantes sean castigados

Una investigación que permita sentar en el banquillo de los acusados a quienes los agredieron a las puertas del Juzgado Superior Tercero de lo Contencioso Administrativo de Caracas, exigieron el camarógrafo de Radio Caracas Televisión Internacional (RCTV Internacional), Antonio Monroy, su asistente, Dennys Arenas; y la periodista de Radio Caracas Radio (RCR), los cuales acudieron ayer al Ministerio Público para formalizar la denuncia.

Estos comunicadores, al igual que las reporteras Iris García (RCTV) y Vanessa Gómez Quiroz (El Nacional), fueron atacados el martes por simpatizantes del oficialismo cuando se disponían a cubrir la audiencia oral y pública relacionada con el amparo que Oscar Pérez interpuso contra la decisión del Consejo Legislativo de Miranda, que en abril pasado lo suspendió de sus funciones como miembro de esa instancia.

El abogado Jorge París informó que Monroy, Arenas y Prin se presentaron ante el fiscal de guardia para solicitar que autorizara la realización del examen médico-forense indispensable para estos casos; y posteriormente se trasladaron hasta el despacho del fiscal 50 Nacional, Alejandro Castillo, para relatar lo ocurrido.

Respecto al papel que desempeñó el diputado regional Glen Ribas en los sucesos, a quien varios de los presentes coincidieron en señalar como el incitador del ataque, dijo: "Si este funcionario público está involucrado en los sucesos y tiene responsabilidad, porque así lo determinó la Fiscalía, entonces se deberá responder ante los tribunales por sus acciones".

Pese a que reconoció que ninguna de las denuncias anteriores ha superado la etapa de investigación, ni siquiera la relacionada con el disparo que recibió Monroy en 2002 en las inmediaciones del Tribunal Supremo, el representante de RCTV Internacional anunció que seguirán "acudiendo ante las instancias pertinentes para hacer los reclamos".

París anunció que informarán a la Corte y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre este nuevo hecho, en vista de que el camarógrafo agredido goza desde hace cinco años de medidas de protección de esas instancias.

Por su parte Monroy, quien presenta una fisura de tercer grado en el tobillo, relató que sus agresores buscaron tumbarlo al suelo para patearlo, pero como no pudieron hacerlo, entonces lo lanzaron por la escalera y gracias a ello hoy tiene una fisura de tercer grado en el tobillo.

"No tengo miedo. Este es mi trabajo, no estoy haciendo nada malo", fue lo que respondió cuando se le preguntó si continuaría con su profesión.

El Universal