El populismo latinoamericano convencional nos había mostrado esta cara muchas veces y aunque los impactos sobre la eficiencia y el desarrollo habían sido devastadores, la verdad es que muchos negocios se desarrollaron en esas etapas, gracias o a pesar de este primitivismo de pensamiento y acción.
Sin embargo, el tema de RCTV es lo más grave que ha pasado hasta ahora. En el caso de que el Gobierno insista en cerrar el canal, estaríamos en presencia de un evento que cruza abiertamente la frontera del radicalismo extremo y nos mostraría por vez primera la mancha de la metástasis en los huesos del país.
No me refiero sólo a la evidente violación a la libertad de expresión que esto representa, tema sobre el cual ustedes han leído y oído a la mayoría de los formadores de opinión sensatos, independientemente de sus preferencias políticas o cercanía con el canal.
Me refiero a un tema más cotidiano y más relevante para las masas. Chávez estaría violando el derecho a la libre elección y se supone que era eso lo que la gente creía que él venía a defender.
Yubileizys, en el Cinco de Julio, no va a poder ver la novela que le dé la gana, sino la que Chávez le obliga a ver, basada en el proceso bolivariano. Willmer, en Mamera, no podrá reírse con La Rochela sino calarse un programa sobre el Che, presentado por Joselo y Semillita. Esther, en El Cafetal, no podrá ver El Loco Video Loco, sino pegarse un micro con los avances de la revolución, narrados por Porfirio Torres, por aquello de lo insólito del planteamiento. Y la mayoría de ustedes, donde sea que vivan, tendrán que perderse a Eladio Lares en "Quién quiere ser Millonario" para ver un documental sobre "porque ser rico es malo", de lejos más pavoso que todos los anteriores.
Las encuestas nos muestran que RCTV es el canal más querido para los venezolanos. Mientras Chávez pretende eliminar este canal, más de 80% de la gente piensa que éste contribuye al bienestar del país. Cuando Chávez dice representar al pueblo con esta decisión, 8 de cada 10 venezolanos la rechazan abiertamente o se sienten desconectados de ella. Mientras Chávez acusa al canal de oligarca y escuálido, el mismo domina claramente el rating televisivo, el 63% de chavistas y antichavistas se conectan con su señal y para más del 65% de los entrevistados "RCTV es el canal del pueblo".
El anuncio del Gobierno según el cual no se le renovará la concesión a RCTV (trabalenguas con el que tratan de minimizar lo que realmente ocurre: cierre), genera sentimientos negativos de rabia, tristeza, angustia, decepción, confusión, miedo, desconfianza y frustración. Nunca antes Chávez había avanzado tanto en una decisión tan a contrapelo con la opinión de las masas y de sus aliados internacionales. No dudo que el Presidente tenga capital político para pagar por algunas represalias políticas, como llaman a esta acción el 60% de los entrevistados, pero esta podría ser la cuenta más alta que le haya tocado pagar y, aunque a veces no lo parezca, ninguna chequera política es infinita y nadie resiste un permanente despilfarro.
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