domingo, 6 de mayo de 2007

El asunto RCTV

Si quedaba alguna duda sobre cuál es la posición del gobierno bolivariano del teniente coronel Hugo Rafael Chávez (mas no de los venezolanos) en cuanto a la libertad de prensa, de su respeto a las empresas y a la inversión privada, a su concepción de un mundo multipolar que tanto pregona en el extranjero, al derecho a la información de los pueblos, el caso de la empresa televisiva Radio Caracas Televisión (RCTV), la más antigua del país y su próxima salida del aire por decisión del gobierno, es la más clara y auténtica prueba de que Chávez ni es demócrata, ni está capacitado para ser líder del tercer mundo, mucho menos de ser la voz de los pueblos sin voz. Tal acción, digna de un tiranillo de una república bananera, solo demuestra que no es un hombre tan amplio como pretende; al fin y al cabo, retirarle la concesión, rescatar la señal, son eufemismos infantiles para disfrazar la realidad. Está cerrando un canal de televisión privado porque critica su gestión y la de su gobierno.

Cerrar una de las televisoras de señal abierta más populares del país, que se ha caracterizado por dar foro a denuncias y reclamos de la población, cuyos análisis de la realidad política pone en evidencia la ineficiencia y los abusos de poder, no sólo hace a los venezolanos menos libres e informados, también desnuda las grandes mentiras que Chávez esparce por el mundo en su "lucha en contra del imperialismo", cuando esta acción demuestra, que él es un imperialista.

No conforme con construir un imperio comunicacional a su alrededor, con una red de emisoras de radios, plantas de televisión nacionales e internacionales, periódicos y revistas, casas editoriales, empresas de telefonía, estudios de cine, sitios en internet, un sinnúmero de periodistas extranjeros en su nómina secreta, es financista de publicaciones que incitan al odio de clases y promueve la violencia entre los pueblos, prepara actos multitudinarios en otros países pagando espacios en la prensa internacional para proyectar su persona y su revolución , comprando medios en el extranjero y próximamente, con un satélite propio de comunicaciones, ahora quiere acabar con sus competidores de la empresa privada, utilizando para sus fines el poder del Estado y arrollando al 90% de la opinión pública que está en contra de tal medida.

Desde el momento que hizo el anuncio, vestido de militar y en un cuartel, ha buscado argumentos legales para justificarse, siendo el último, la necesidad de crear una televisión pública; se supone que hay leyes que establecen procedimientos y protegen a los concesionarios privados y sus inversiones, que asignan instancias y organismos encargados de tramitar, revocar y otorgar las bandas y canales de acuerdo a la ley y con oportunidad de defensa.

Con el argumento de que el espectro radioeléctrico le pertenece al Estado, que la planta televisora participó en promover la violencia y el desorden público (acusación que no ha sido probada en tribunales), ha cambiado las reglas para la renovación de la concesión, promoviendo grupos de supuestos representantes de la sociedad civil que claman la necesidad de que RCTV salga del aire, montando una de las campañas más sucias de que se tenga memoria en contra de una empresa privada, utilizando fondos públicos e instituciones del Estado, promoviendo el repudio de los empresarios del canal, quiere despojar a RCTV de su señal para dársela a grupos pro-gobierno y seguir adueñándose de los espacios de opinión para usarlos en su campaña de propaganda comunista y desinformación.

Se trata de una clara violación de estatutos internacionales, tratados y compromisos que ha adquirido la República, contradiciendo las cartas fundamentales de todas las demás organizaciones garantes del orden continental, haciendo caso omiso del derecho de información como un fundamental derecho humano, el presidente de Venezuela se aleja cada día más de la sindéresis y la ley, haciendo simplemente su voluntad sin importarle las consecuencias que esta acción tendrá sobre sus asociados políticos y el partido único en formación, aislando al país, creando precedentes peligrosos para la democracia en la región, para la paz hemisférica.

Pero es lamentable que otros jefes de Estado no admitan la evidencia de que Chávez, es un manipulador descarado de la realidad y pretende levantar a los pueblos latinoamericanos en contra de sus propios gobiernos. Permitir que la señal de RCTV salga del aire es ponernos todos los latinoamericanos un cuchillo en la garganta, la intolerancia es como la peste, no conoce fronteras.

No hay comentarios.: