Gustavo Hernández, director del Instituto de Investigaciones de la Comunicación (Ininco), no cree posible una televisión de servicio público en Venezuela mientras se hable de hegemonía comunicacional, concepto que rige las acciones gubernamentales. Tampoco mete las manos en el fuego por los canales privados, a los cuales insta a revisarse, pero considera una "retaliación política" la medida de no renovar la concesión a RCTV.-¿En qué consiste la televisión de servicio público?
-Es una televisión que no depende del gobierno de turno ni de los partidos políticos, que es independiente de todo espacio de poder que trata de determinar los contenidos de la programación. Un modelo público de televisión tiene que ser desgubernamentalizado.
-Pero tampoco debería pertenecer a algún grupo empresarial privado.
-Un servicio público de televisión no pertenece al modelo privado, es independiente, tiene carácter autónomo. Se supone que debe estar conformado por los usuarios, una asociación nacional de televidentes amplia, con un canon o impuesto que pague el usuario para poder exigirle al servicio público calidad, entendida ésta como pluralidad, con contenidos que sean acordes con la salud psicosocial de los niños y adolescentes, acorde con la cultura y con todos los puntos de vista que emergen de la misma ciudadanía, no puede haber exclusión.
-¿Y en qué se diferencia ese concepto de los medios comunitarios que existen en Venezuela?
-No quiero meterlas todas en un mismo saco, pero muchas siguen las directrices del Gobierno, del presidente de la República, y ya sabemos que su código se basa en la hegemonía comunicacional, que ha anunciado públicamente Andrés Izarra, presidente de Telesur (...) La hegemonía comunicacional desde el punto de vista de la teoría de la comunicación es unidireccional, unidimensional, quiere afectar ideológicamente al público, tomando en cuenta su sensibilidad.
-¿Existe el concepto de hegemonía comunicacional como teoría académica? ¿En qué consiste?
-En términos académicos existe el concepto de hegemonía comunicacional, basado en la teoría de uno de los clásicos de la comunicación política llamado Harold Lasswell, quien en la década de los 20 desarrolló un modelo para poder entender la comunicación masiva, que funciona de esta manera: quién dice qué, a quién, por cual canal y con qué efecto. Ese es el modelo comunicacional unidireccional del Gobierno actual: quiero afectar a la audiencia sin importarme su punto de vista, su visión de mundo, su relación con la sociedad, sin importarme si realmente existe disidencia, sino que lo que quiero es capturar a la gente desde el punto de vista ideológico, que es el punto de vista del Presidente, el del socialismo del siglo XXI.
-¿Y cómo se hace frente a esta hegemonía?
-A través de la educación, pero no la educación ideológica y adoctrinante que quiere desarrollar este Gobierno con uno de sus motores, para entonces de una vez por todas hacernos pensar como ellos quieren que pensemos. A través de la educación hay que fomentar la libertad de expresión que es libertad de conocimiento, de producir conocimiento desde la ciencia, la cultura, la economía... Si no existe libertad de expresión no podemos hablar de construcción y producción de conocimiento. La hegemonía no es un término acuñado por el Presidente y su Gobierno, es una manera de decir que están concentrando su parque tecnológico, sus canales de televisión, emisoras de radio, emisoras comunitarias -no todas- y éstas tienen que alinearse a la ideología política del Gobierno porque si no salen de la cobertura radioeléctrica.
-¿Hay algunos ejemplos de televisión pública en el mundo que valga la pena imitar?
- La RAI de Italia, la TV Española, la BBC de Londres pueden ser modelos, pero no los podemos trasladar automáticamente al país porque es como atornillar una metodología con respecto a una realidad muy amplia, con problemas propios, pero podemos tomar sus grandes premisas, principalmente la autonomía.
-¿Cuál considera es el problema de fondo con RCTV?
-El 28 de diciembre de 2006, Día de los Inocentes, que no es de los inocentes nada, cuando el Presidente con su Alto Mando sale vestido de militar diciendo que va a cerrar un canal de televisión, desde el punto de vista del análisis de la imagen y lo que dicen esas imágenes, nos dijo autoritariamente que por capricho gubernamental iba a cerrar un canal. Allí hay una retaliación política, porque también pudo cerrar Venevisión o los canales que él ha considerado "golpistas". ¿Qué ha pasado con Venevisión? Se ha plegado totalmente a la política gubernamental de Chávez. ¿Qué se observa en la programación? Programas que informan pero de una manera tan aséptica, tan neutral, que no muestran ningún tipo de disidencia. ¿Qué ha pasado con aquel pacto Diego Cisneros, Jimmy Carter, Hugo Chávez? No olvidemos la historia, por favor, ahí hubo un pacto y dejaron tranquila a la Corporación Cisneros. En cambio RCTV se ha mantenido en una postura disidente, mostrando los problemas sociales, y ¡Ojo! quiero destacar que no estoy defendiendo al Grupo 1BC. El canal, como todos los demás, debe revisarse y replantearse como servicio privado obligado a comulgar con las necesidades de la sociedad, pero aquí estamos hablando de libertad de expresión, libertad de poder decir las cosas y libertad de poder informar a la sociedad sobre las cosas que están ocurriendo, la corrupción, la inseguridad¿ No podemos cerrar la vista, no podemos permitir que desaparezcan los canales¿
-Usted habla de cierre y el Gobierno insiste en que se trata de "no renovación de la concesión para explotar el espectro radioeléctrico".
-Eso es muy eufemísitico, porque Conatel (Comisión Nacional de Telecomunicaciones) ha hecho una gran genuflexión con respecto al presidente de la República. Si aquí existiera el Estado de Derecho, Conatel le hubiera dicho al Presidente, espérese un momento, que nosotros somos una institución autónoma y técnica, teórica y metodológicamente tenemos que demostrar si el canal debe cerrar o no. Pero fíjese que las cuestiones ocurren como efecto dominó. El Presidente habla y Conatel responde luego, sin ningún tipo de informe. Lo hace a posteriori para tratar de resarcir el capote, diciendo que han realizado un libro sobre por qué debe cerrarse RCTV.
-Antes y después de Hugo Chávez, los canales han seguido un mismo patrón, pero en el gobierno de Chávez se ha generado superlativamente el género de comunicación política: presentar a través de los medios todo tipo de información que tiene que ver con la gestión de un presidente determinado.
-Pero los medios privados también han llegado a ocupar el papel de los partidos.
-Los medios de comunicación no pueden convertirse en partidos políticos, los medios deben orientar a la ciudadanía para la participación democrática. Me parece inaceptable que los medios hayan tomado una posición ideológica determinada para tratar de exacerbar los ánimos en algún momento.
-¿Cómo amanecerá Venezuela después del 28 de mayo? ¿Qué más habrá perdido además de un canal de televisión?
-Pierde una parte importante de la historia de la televisión venezolana, pierde un canal que ha hecho historia en programas informativos, culturales y educativos, también se va a perder un espacio para la libertad de expresión, la libertad de expresión va a estar más diezmada, y el Gobierno va a tomar un canal más para que conforme su parque tecnológico con fines estrictamente doctrinarios. RCTV no será un canal público, será un canal gubernamental si seguimos el código Chávez, que es un código basado en la hegemonía comunicacional. Hay que aterrizar y dialogar, y dialogar no es que él escuche lo que él dice. Dialogar significa aceptar los disensos, aceptar proyectos de vida diferentes, aceptar que también tiene que ser tolerante, que debe atenuarse la polarización, acercarnos para construir un país juntos y no para construirlo a la medida de él, porque él está dejando a un lado a un sector que es crítico, consciente, reflexivo, que realmente está sufriendo como todos los venezolanos los problemas de la sociedad actual.
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