Bajo régimen de presentación periódica cada 8 días quedaron los 4 estudiantes de la Universidad Simón Bolívar que fueron detenidos en el estadio Olímpico Universitario de Caracas, durante el juego de Copa América entre México y Uruguay, por la realización de una protesta en favor de los derechos civiles.
El Tribunal Cuarto de Control, a cargo de la juez Nailuz Sánchez, imputó a los hermanos Simón, Alejandro, Francisco y Juan Mejías por el delito de instigación al odio a través de la instigación a delinquir, el cual está tipificado en el artículo 285 del Código Penal.
Mónica Fernández, del Foro Penal Venezolano, calificó de lamentable la decisión de la juez. Explicó que se violó el debido proceso porque no hubo ningún testigo hábil en la incautación de los panfletos a los que se está haciendo referencia.
Asegura que "el acta policial no tiene contenido jurídico ni elementos desde los cuales se pueda deducir algún hecho punible en el procedimiento".
Fernández explicó que a los jóvenes se les prohibió participar en actividades similares a las de la detención, a la vez que se preguntó por qué el Tribunal 4° de Control fue el que conoció del caso si no estaba de guardia.
Un grupo de estudiantes marchó a las afueras del Palacio de Justicia para expresar su apoyo a los cuatro jóvenes de la USB detenidos en el Olímpico.
La manifestación inició en Plaza Venezuela, donde se congregaron los estudiantes para partir hasta la sede de los tribunales , lugar donde esperaron la celebración de la audiencia de presentación para conocer el destino de los jóvenes.
Douglas Barrios, de la Universidad Metropolitana, afirmó que el objetivo de la manifestación fue expresar apoyo a los hermanos Mejías y exigir su libertad plena. Considera que la privación de libertad es una medida excesiva e innecesaria.
"Siempre que exista un estudiante atacado y se violen sus derechos nos mantendremos en la calle, apoyándolo, y a todos los venezolanos".
Al tiempo que los manifestantes permanecían en el Palacio de Justicia, 2 estudiantes más fueron detenidos mientras iban en un autobús de la Universidad de Carabobo (UC) al estadio "Pachencho" Romero de Maracaibo para repartir panfletos en apoyo a la libertad.
La denuncia fue realizada por Iván Stalin González, presidente de la FCU de la UCV, quien explicó que se llevaron al chofer del vehículo y a dos estudiantes que iban a bordo.
Néstor Olleros, de la UC, confirmó la noticia a Globovisión. Afirmó que llegando a Maracaibo efectivos militares detuvieron el vehículo donde viajaban 48 estudiantes, "se llevaron a 2 de ellos y al chofer así como una lista donde estaban nombres y teléfonos de todos. Afirma que al poco tiempo de ocurrido el incidente comenzaron a recibir llamadas de amenaza.
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